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jueves, 28 de abril de 2011

Perro escucha.

Perro-escucha

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En el caso particular de los sordos que tienen un perro-escucha, los perros-escucha realizan las, entre otras, las siguientes tareas:
Avisar cuando suenan ...

* Alarmas horarias
* Timbres
* Teléfono
* Alarmas de incendios, ...
* Bebes llorando
* Microondas
* ...
Beneficios directos:
Mayor control sobre el entorno.
Mayor independencia, al poder quedarse solos en la casa o salir con más confianza y frecuencia a la calle.

Beneficios indirectos:
Disminución del estrés, provocado por la inseguridad de no escuchar ni siquiera algún sonido de alarma.

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Beneficios indirectos del perro de asistencia:
Disminución del estrés, provocado por la inseguridad de no escuchar, no ver o no poder moverse.
Disminución del sentido de soledad. El hecho de llegar a casa y saber que nos están esperando, que se alegran de vernos y que alguien necesita de nuestros cuidados, es la primera causa de obtención de un perro. Si pensamos en una persona discapacitada y en el mundo de aislamiento en el que puede llegar a vivir, un perro adiestrado se vuelve más que un instrumento, una compañía incondicional.


Facilitación de contactos sociales: En este rubro, se ha estudiado el papel socializador de los perros de asistencia. Una persona que sale sola a pasear tiene mucho menos contactos sociales que si va acompañada de un perro. Si el animal además lleva un collar o arnés distintivos de perro de asistencia, se evita el factor sorpresa por parte del interlocutor al saber de antemano que la persona está del otro lado de la correa es sorda, invidente o minusválida. Se evita así el rechazo físico y visual hacia la persona discapacitada, rechazo que es obviamente percibido por la contraparte discapacitada y que le causa problemas de integración social —la sordera y la ceguera no es aparente físicamente.

Beneficios para la salud: Los tres puntos anteriores ejercen un efecto sobre el bienestar psicológico de la persona, pero además éste está ligado con todos los demás cambios fisiológicos otorgados por el simple hecho de tener un perro: posibilidad de salir a caminar para pasear al perro y disminución de la presión arterial —disminución del estrés-, por ejemplo.